Cuando se trata de hacer dieta, probablemente ya sepas que lo lento y constante es lo que gana la carrera. Pero eso no significa que dar un impulso ocasional no ayude. Si ya estás siguiendo un plan de alimentación y ejercicio saludable, simplemente intenta hacer estos cinco cambios sencillos para acelerar tus esfuerzos de pérdida de peso.
Muévete más (¡siempre que puedas!)
¿Puedes aparcar más lejos de la oficina? ¿Puedes tomar las escaleras en lugar del ascensor? Estos son los tipos de preguntas que debes comenzar a preguntarte a ti mismo para encontrar oportunidades para moverte más a lo largo del día.
Aquí tienes un gran truco que puedes intentar: mientras miras tu programa favorito, en lugar de pasar los comerciales rápidamente, levántate y trota en donde estás, salta la cuerda, haz flexiones con tus brazos, etc., durante el corte comercial. Usa el resto del programa como intervalos de descanso.
¿Te dan un almuerzo en el trabajo? Dirígete a un parque, y tal vez da algunas vueltas alrededor antes de sentarte a comer. Esto no solo te ayudará a moverte más, sino que también puede ayudarte con la digestión.
Mantente hidratado
A veces, sobre todo si estamos distraídos, nuestras primeras señales de deshidratación pueden ser tan débiles que nuestros cuerpos inmediatamente las confunden con el hambre. En otras palabras, tu cuerpo te está diciendo que necesita algo, y tu cerebro automáticamente decide que ese algo es alimento. Entonces terminas comiendo cuando todo lo que realmente necesitas es un vaso de agua.
Una excelente manera de asegurarse de que estas señales mixtas nunca lleguen a tu cerebro es mantenerte hidratado durante todo el día. Ten agua contigo en el automóvil, en tu escritorio, en tu hogar, en clase o en cualquier otro lugar donde tengas que estar durante un período prolongado. Beber agua durante todo el día también te ayudará a sentirte más lleno, y será menos probable que ingieras un bocadillo.
Anótalo
No siempre llevamos la cuenta de todo lo que comemos a lo largo del día. ¿Tomamos un puñado de dulces en la cocina mientras estábamos esperando que se cocine la cena? ¿Tomamos un bocadillo en el auto mientras conducíamos a casa? Una forma de controlar la cantidad de comida que estás poniendo en tu cuerpo es hacerse responsable de todo.
Un diario de alimentos obliga a escribir y considerar cada cosa que estás comiendo. Es fácil acabar una bolsa de papas fritas descuidadamente, pero si tienes que anotar el contenido de calorías de esas papitas antes de comerlas, podrías pensarlo dos veces.
Empaca tus propias comidas
Es difícil controlar tu ingesta de calorías si no tienes idea de cómo se preparan tus comidas o qué, precisamente, ingeriste. Comer fuera a menudo significa comer muchas más calorías de las que pretendías. Incluso una ensalada preparada en un restaurante puede contener cerca de 1,000 calorías.
Tu mejor opción es preparar tantas comidas como sea posible. De esta manera, sabes exactamente lo que ingresa, puedes controlar el tamaño de tu porción y puedes hacer un seguimiento de tu cantidad de calorías para el día.
Echa un vistazo a los suplementos
Los suplementos seguros de pérdida de peso pueden ayudar a darte un impulso a tu metabolismo, especialmente si estás estancado o si estás luchando con los intensos sentimientos de hambre. Busca productos de buena reputación y largos registros de éxito. Por ejemplo, Garcinia Extra ofrece un suplemento de pérdida de peso que ha ayudado a miles de personas a alcanzar sus objetivos de pérdida de peso con seguridad.
La responsabilidad es clave. Recuerda vigilar no solo los alimentos que estás comiendo, sino también la hidratación, los movimientos y los suplementos que elijas tomar. Tomar este papel más activo en tu alimentación puede ayudarte a aumentar tu pérdida de peso, incluso en solo una semana.